Fotografía y arquitectura moderna en España 1925-1965 es el título de la exposición que esta semana se inauguró en el Museo ICO (Madrid), pero también es el nombre del proyecto de investigación que le dió origen. Un proyecto que, desde hace algún tiempo y bajo la dirección de Iñaki Bergera, nos ha unido a varios investigadores de toda España con la intención de documentar, analizar y divulgar la relación entre fotografía y arquitectura paralela al desarrollo de la modernidad en España durante el siglo XX.
Desde un primer momento, el contacto con un equipo de trabajo joven, riguroso y con una gran aficción hacia el tema de estudio, hacía presagiar que sería una aventura atractiva y fecunda, como después se comprobaría. El descubrimiento de los fotógrafos de arquitectura —muchas veces anónimos en la historiografía moderna, a pesar de convertirse en sus testigos de excepción—, los rastreos en archivos institucionales y personales y las productivas puestas en común, fueron revelando un conjunto de autores y obras dónde el interés por el objeto no estaba reñido con la calidad artística del medio, si no todo lo contrario.
La exposición en el Museo ICO muestra una primera selección de los hallazgos obtenidos. A pesar de haber conocido previamente las fotografías, recorrer el cuidado montaje y observar todo el conjunto resultó una sorpresa inesperada: un viaje por la arquitectura moderna española dónde, aún visitando lugares conocidos y reconocibles, se perciben con otra luz; aparecen nuevas escalas que hacen más atractivo el viaje y las historias, congeladas en cada imagen, reviven formando parte de una historia mucho mayor.
Los viajes de los arquitectos es uno de los temas que recoge la exposición. La riqueza de aquellos viajes, realizados a mediados del siglo pasado, quedó fijada en sus instantáneas, convertidas en promesas latentes para posibles futuros. Una metáfora que me gustaría retomar para nuestra investigación compartida, cuyos logros se revelan ahora como una parte de ese gran viaje que estamos todavía recorriendo.
Imagen: La exposición en el Museo ICO (Fotografía de Iñaki Bergera)