En una de las pocas treguas que ha concedido la lluvia este verano, he recorrido algunos paisajes próximos. Ésto coincidía con la lectura de un pequeño escrito de Roberth Smithson titulado Un recorrido por los monumentos de Passaic, New Jersey, en el que relata un viaje de 1967 por su ciudad natal, convertida entonces en un suburbio de New Jersey. Los monumentos son para Smithson las viejas instalaciones industriales en desuso, las grandes infraestructuras del transporte o los restos de construcciones abandonadas. Un párrafo me llamó especialmente la atención: "Ese panorama cero parecía contener ruinas al revés, es decir, toda la construcción que finalmente se construiría. Esto es lo contrario de la "ruina romántica", porque los edificios no caen en ruinas después de haberse construido, sino que alcanzan el estado de ruina antes de construirse. Esta puesta en escena antirromántica sugiere la idea desacreditada del tiempo y muchas otras cosas "desfasadas". Pero los suburbios existen sin un pasado racional y sin los "grandes acontecimientos" de la historia. Oh, quizá haya algunas estatuas, una leyenda y un par de curiosidades, pero no hay pasado; sólo lo que pasa por ser un futuro." El dibujo de Smithson se materializaba en mis propios paisajes, dónde cada año reconozco más monumentos sin leyenda y ruinas sin pasado.
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