La llegada del nuevo año nos trajo la despedida de un poeta. Cuentan los diarios que se fué ajustado a su ley: Discretamente, sin hacer ruido. Su último libro, publicado hace siete años tras nueve de silencio, lleva por título Otoños y otras luces. Era un frío y atardecer otoñal que presagiaba un adios. En él, el vate ovetense escribió "El otoño se acerca con muy poco ruído: / apagadas cigarras, unos grillos apenas / defienden el reducto / de un verano obstinado en perpetuarse, / cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste. / Se diría que aquí no pasa nada, / pero un silencio súbito ilumina el prodigio: / ha pasado / un ángel / que se llamaba luz, o fuego, o vida. / Y lo perdimos para siempre."
La luz a ti debida
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