4. VISIBILIDAD
La visibilidad tiene que ver con la transformación de la casa por parte del habitante. Cómo ese proyecto se materializa, se hace visible. Uno de los libros más vendidos en España el año pasado fue el catálogo de Ikea, ofreciendo unos interiores muy variados para todo tipo de viviendas. Esta sea posiblemente la clase de flexibilidad espacial más aceptada a nivel popular. Porque el 90% de lo que ofrece el mercado se aleja de los plantemientos que comentamos hasta ahora, y no parece que vaya a mejorar en un futuro próximo. El catálogo de Ikea refleja dos realidades paralelas: la heterogeneidad del gusto popular (con él se puede amueblar desde la casa señorial hasta el loft más minimal) y, lo que es más importante, el anhelo de muchas personas por poseer una vivienda adecuada para decorarla a su gusto.
5. MULTIPLICIDAD
La vivienda colectiva no se puede entender sin su agrupación junto a otras y lo que ello conlleva: espacios de relación, de comunicación, de instalaciones de conjunto, etc… Las posibilidades en este campo son inmensas, aunque el éxito de estos ámbitos comunes aún no ha sido logrado. Posiblemente, como Dice Dietmar Eberle, los arquitectos demos respuestas que nadie ha pedido. El propio modo de agrupar las viviendas puede llevarnos a terrenos interesantes, herederos de los experimentos de Loos y Le Corbusier. Las agrupaciones modernes en torre, bloque o hilera ya son consideradas tradicionales, aunque se explotan muy poco sus posibilidades, al tiempo que nuevas normativas limitan el campo de acción.
6. CONSISTENCIA
Al final, todos estas reflexiones nos llevan a plantearnos: ¿Existe realmente la vivienda de nuestro tiempo? ¿O seguimos bebiendo de una fuente primigenia? Mientras el camino no esté claro y consistente, (tampoco esa era nuestra intención), sólo nos queda seguir planteando preguntas y posibles respuestas. Una alternativa interesante es la que formula Blanca Lleó cuando dice que la vivienda contemporánea es una vivienda tradicional y “algo más”. Ese “algo más” es muy difícil de definir, pero introduce en la casa nuevas capacidades que antes no poseía. La formalización de ese “algo más” depende del autor que estemos considerando. Si ese “algo más” desemboca en una modificación total de lo que entendemos por vivienda, lo veremos en el futuro.