Desde la sociedad perfecta descrita por Tomás Moro, muchos autores han intentado imaginar o, por lo menos, aproximar sus ideas a lo óptimo, lo ideal, lo perfecto... lo que en último término se topa con la dura barrera de lo imposible e innecesario.
Hace poco escuché un cuento de Eduardo Galeano sobre la utopía. Ahora lo transcribo aquí, porque me parece una respuesta muy evocadora a la pregunta evidente: ¿Para qúe sirve entonces la utopía?:
"Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar."
EDUARDO GALEANO "Ventana sobre la utopía"