There is choreography in traffic jamsA weird poetry in people walking byThere is music in the streetsAnd harmony in machinesMarlango, It's all right (2004)
Hay música en las calles. Muchas veces está oculta, y sólo se descubre caminando atento. Al girar una esquina, al bajar del coche, al salir de una estación de metro, comienza a escucharse. Permanece si se hace un esfuerzo adicional por pararse a escuchar, por fijarla en la memoria.
En ese instante preciso, la música pasa a formar parte de la ciudad. El tiempo real se transforma en un tiempo musical, en un tiempo antirreal: «Es el prototipo de salirse el tiempo del tiempo, de integrarse todo lo que hay a la exención del tiempo: es liberarse del tiempo», afirman Carl Dahlhaus y Hans H. Eggebrecht al intentar responder ¿Qué es la música? (Acantilado, 2012).
Volvió a gustarme Madrid al escuchar otra vez su música. En su plano quedan dibujadas calles y canciones. Me ha sorprendido la música de mis ciudades, volviéndolas bellas y —de nuevo— desconocidas. Por eso prefiero que cada lugar aporte su propia melodía: para poder descubrirla y recordarla.
Hay música en las calles. Basta con ir atento.
Imagen: Gary Conover