La Escuela americana


«Arquitectura importada y exportada en España y Portugal (1925-1975)» es el tema del X Congreso Internacional sobre Historia de la Arquitectura Moderna Española que estos días se celebra en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra. Junto a José Ramón Alonso hemos participado con «La presencia americana en la creación de la Escuela de Arquitectura de A Coruña», un trabajo que completa nuestra investigación sobre la historia de la Escuela, a través del estudio de las influencias llegadas desde el otro lado del Atlántico.

Como ya hemos indicado en anteriores trabajos, el proceso que conduce hasta la materialización de la Escuela se convierte en emblemático en tres aspectos: en su ideación programática, precedida de estudios realizados por consultores estadounidenses; en la selección de los arquitectos por parte de la Fundación Barrié, que opta por el encargo directo al estudio madrileño de José María Laguna Martínez y Juan Castañón Fariña y, finalmente, en el desarrollo del proyecto, que conduce a un resultado emblemático en sí mismo y dentro del conjunto de la arquitectura brutalista de su tiempo.

A todo esto se suma una importante presencia americana en el proceso; desde los contactos con personalidades como Arthur P. Coladarci, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Stanford, y entidades como la Fundación Ford; hasta el nombramiento como consultores de los arquitectos estadounidenses John McLeod y Raymond Caravaty. Pero, más allá de esta presencia directa, aparece una amplia influencia de la arquitectura americana del momento, personificada en las figuras de Paul Rudolph, Clorindo Testa y Reginald Malcolmson. De Rudolph se importará la potente expresión constructiva, de Testa la monumentalidad otorgada a la concepción formal, y de Malcolmsom la singular estrategia estructural y espacial.

Analizar la dimensión y el valor de estas presencias americanas permite descubrir hasta dónde pudieron llegar las aportaciones de McLeod y Caravaty en las sucesivas propuestas elaboradas entre 1973 y 1975 para desarrollar todo un complejo universitario en la ladera del monte de A Zapateira, situado en las proximidades de A Coruña y cómo, partiendo de un modelo inicial que serviría para todos los edificios docentes, se termina conformando la Escuela de Arquitectura mediante un volumen autónomo de planta cuadrangular —con cuatro potentes vástagos de hormigón que soportan la totalidad de la edificación— y singularizándola como monumento.