La próxima semana, el Grupo de Investigación en Historia de la Arquitectura de la Universidade da Coruña, —del que formo parte— organiza las jornadas Modernidad y Contemporaneidad en la Escuela de Arquitectura de A Coruña. Con ellas se presentará el libro Modernidad y contemporaneidad en la arquitectura de Galicia, que reúne un conjunto de trabajos recientes elaborados por los miembros del grupo.
Mi aportación en el libro recoge parte de la investigación de Tesis Doctoral, centrada aquí en la figura de Antonio Alés Reinlein, uno de los arquitectos más desconocidos de la modernidad gallega quien, en solitario o en colaboración con otros profesionales, participó de manera decisiva, y desde diferentes frentes, en la reincorporación de Galicia a la modernidad interrumpida por la Guerra Civil:
El proceso de modernización del territorio rural gallego, entre 1954 y 1973, —con el antecedente del Congreso Regional Agrícola de 1944— tuvo una relación directa con la recuperación de los principios modernos en arquitectura. Dentro de este proceso destaca la personalidad de Antonio Alés Reinlein, en su dualidad de arquitecto y político, con importantes aportaciones teóricas y obra construida. Su trabajo se convierte en una investigación constante sobre las posibilidades modernas del territorio rural, en la que contará con la colaboración de Alejandro de la Sota.
Para realizar este trabajo tuve la oportunidad de entrevistar a antiguos colaboradores, tanto de Alés Reinlein como de Alejandro de la Sota. Gracias a las conversaciones con Javier Suances y Manuel Gallego he podido conocer de primera mano las circunstancias de cada proyecto. El apoyo de la Delegación de Ourense del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia y de la Biblioteca de la Diputación Provincial de Ourense —institución a la cual Alés estuvo vinculado gran parte de su vida— ha sido fundamental, así como el de Silvia Blanco y Alejandra Saavedra, que han ayudado en la siempre difícil tarea de acceso y recopilación de información.
A todos ellos quiero extender, desde aquí, mi agradecimiento por la contribución en un esfuerzo de revisión y puesta en valor de obras y autores cuyo oficio ayudó a dar forma —aunque muchas veces los intentos quedaran sobre el papel— a algunas de las mejores arquitecturas de su tiempo.
Imagen: Panteón de Alés Reinlein. Fotografía de A. Saavedra.
¡Interesante personaje! (que no conocía) Siempre he pensado que la generación que reconstruyó el país tras la guerra civil (y la devolvió, como bien dices, a la modernidad) nunca ha sido suficientemente reivindicada. Pero veo que estás en ello, así que me alegro. ¡Suerte y ánimo! AM.
Muchas gracias, Andrés. Presentaremos el libro la próxima semana, y estaré encantado de hacerte llegar el trabajo sobre Alés, seguro que te sorprende. Un abrazo.