Sociedade Martins Sarmento (Fundação Instituto Arquitecto José Marques da Silva)
Hace unos días he regresado a Guimarães —un año después de mi estancia allí—, para participar en el III Encontro Internacional sobre Património Industrial e sua Museologia, organizado por la Associação Comercial e Industrial de Guimarães, la Associação Portuguesa para o Património Industrial, el Centro Interdisciplinar de Ciências Sociais (Universidade do Minho) y la Sociedade Martins Sarmento.
La primera vez que visité Guimarães, hace ya unos cuantos años, el encuentro con su arquitectura se produjo a través del antiguo Mercado Municipal (1926-1950) del arquitecto José Marques da Silva, una bella y minuciosa obra que, como me explicó después Eduardo Fernandes, proyecta al retornar de la Exposición Internacional de Artes Decorativas en París y supone la entrada del Art déco europeo en su trayectoria pero también, y sobre todo, supone un moderno y conciso trabajo en el concepto de límite en arquitectura.
La celebración de parte del encuentro en la sala noble de la Sociedade Martins Sarmento (1900-1908) —otro edificio de Marques da Silva, situado junto al Mercado pero varias décadas anterior—, me permitió volver a recorrer ambas obras, y redescubrir el cuidado trabajo del arquitecto y su amor por la ciudad. De formas y lenguajes tan distintos, los dos proyectos se entienden como parte fundamental de la urbe, como arquitecturas singulares que construyen lo colectivo.
No quiero olvidarme de lo grato que fue compartir experiencias con otros compañeros, conocer tantos trabajos inéditos e interesantes y debatir las posibilidades de las segundas vidas del patrimonio industrial, incluso como ruinas. Guimarães, también con una importante historia y herencia industrial, sigue siendo un lugar al que regresar, una y otra vez, para continuar aprendiendo, de sus gentes y de sus obras.
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