De la Sota

Jesús de la Sota. Bandeja (1973).


Estos días he estado en las XII Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial organizadas por INCUNA en la antigua Universidad Laboral de Gijón. En esta edición, el tema escogido fue "Diseño, Imagen y Creatividad en el Patrimonio Industrial" y junto a Silvia Blanco hemos hablado sobre la obra de Jesús de la Sota, uno de los pioneros del diseño de mobiliario moderno en nuestro país cuyo trabajo se extiende del diseño de objetos al diseño del ambiente; frase que hemos escogido para titular nuestra intervención. El profesor José Ramón Alonso, moderador de nuestra mesa, nos comentaba que la presentación intencionalmente parcial de la obra del menor de los hermanos De la Sota invitaba a conocer más, así que dejamos aquí un pequeño extracto del trabajo ofeciendo esa misma invitación.

Jesús de la Sota comenzó siendo pintor, y terminó sus días ligado a esta forma de expresión artística. [...] Realizó también fotografías: de paisajes y de personas, de la costa mediterránea y de arquitectura popular. Diseñó telas, estampados y  tapices; pintó murales y proyectó pabellones de exposiciones; colaboró con los arquitectos españoles más relevantes de la segunda mitad del siglo XX; residió en Venezuela entre 1957 y 1958, visitó numerosas ciudades europeas (Venecia, Bruselas, Londres o Berlín) y se retiró en 1974 a la Manga del Mar Menor (Murcia) tras su fallida aventura comercial de la tienda «Cores y Sota». Con todo, en su vida sólo realizó una exposición individual de su labor pictórica, en la galería Neblí de Madrid en 1962, y apenas una serie de exposiciones colectivas a las que aportó sus óleos constructivistas. Tampoco su labor gozó de una mayor fortuna crítica en el ámbito editorial: sólo aparecen escuetas referencias a su trabajo como las que salpicaron la Revista Nacional de Arquitectura. En definitiva, nada que tuviese un gran reconocimiento social. Ha habido que esperar hasta finales de la década de los noventa y principios de la actual para que su nombre haya vuelto a reaparecer en catálogos y exposiciones sobre la historia del diseño industrial español del siglo XX.

Bajo este panorama, hacer aflorar las huellas que ha desgastado el paso del tiempo y también la falta de información que acompaña a este autor, empeñado en la reserva y en la ocultación, no es una tarea fácil. Y es que De la Sota, el hombre sobrio, el nómada, el asceta, parece que quiso pasar desapercibido, no llamar la atención, en definitiva, difuminarse entre sus contemporáneos.


[Jesús de la Sota. Del diseño de objetos al diseño del ambiente por Silvia Blanco y Antonio S. Río se recoge en el libro Diseño, Imagen y Creatividad en el Patrimonio Industrial editado por INCUNA, de próxima aparición.]